Gary DeMar | 16 de julio de 2014
Los jueces de todo el país se han convertido en la ley. Cinco jueces de Alabama, que asistían a la iglesia, dictaminaron que los matrimonios sodomitas eran constitucionales. Su cristianismo no marcaba diferencia alguna en sus vidas. No sé a quién culpar: si a las iglesias a las que ellos asisten, que separan la fe cristiana de la política (y de todo lo demás) o a las escuelas de jurisprudencia a las que asistieron, que hacen lo mismo.
El juez de distrito John G. Heyburn, hijo, decidió que una ley de Kentucky que prohíbe los matrimonios del mismo sexo es inconstitucional. Basó sus argumentos en la Decimocuarta Enmienda, que no tiene nada que ver con nada del mismo sexo.
El juez Heyburn dice que la Constitución es la autoridad final sobre el matrimonio homosexual aunque la Constitución no dice nada sobre el matrimonio. La Constitución requiere una fuente externa de legalidad. Los Fundadores comprendían que no eran la fuente máxima de la ley, y los jueces tampoco.
Es por ello que en cada Constitución estatal usted encontrará una referencia a Dios, o a la Providencia, como fuente de nuestras libertades. Por ejemplo, el preámbulo de la Constitución estatal de Kentucky, escrita en 1891, dice: «Nosotros, el pueblo de la mancomunidad de Kentucky, le estamos agradecidos al Dios Todopoderoso por las libertades cívicas, políticas y religiosas de que disfrutamos, e invocando la continuidad de esas bendiciones, ordenamos y establecemos la presente Constitución».
El juez Heyburn declaró en su decisión: «En los Estados Unidos, ni siquiera las creencias religiosas sinceras y de largos años pueden anular los derechos constitucionales de los que resultaron perdedores en las elecciones». Es probable que él hiciera su juramento al cargo con su mano en una Biblia y dijera: «Con la ayuda de Dios». Es más, está soslayando el asunto al afirmar lo que debía probar: que el matrimonio del mismo sexo es un derecho constitucional. Los redactores de la Constitución seguramente no pensaban lo mismo en el siglo XVIII ni en el siglo XIX, cuando fue elaborada la Decimocuarta Enmienda.
¿Cuál es el origen de la relación marital? Ciertamente no está en el punto de vista ateo. Es una ordenanza de la Creación mandada por Dios, Hasta la biología nos dice que la homosexualidad es irracional.
En Kentucky, la Enmienda Constitucional 1 de 2004, que fue aprobada por el 75% de los electores, decía: «Sólo un matrimonio entre un hombre y una mujer será válido o reconocido como matrimonio en Kentucky». ¿Cómo podría ser de otra manera?
¿No halla usted raro que esté bien para un juez pasar por alto a decenas de miles de votantes? Al hacer eso, el juez Heyburn se ha proclamado como la fuente máxima de la ley. ¿Puede decir que él sabe más que decenas de miles de votantes con respecto a un tema que tiene el precedente histórico y legal de su parte?
Dicho sea de paso, como el Preámbulo de la Constitución comienza con «Nosotros, el Pueblo», parece que «nosotros, el pueblo» deberíamos tener voto sobre algunas cosas que son ciertas por definición.
Se nos advirtió que este día iba a llegar por arte de Cecil B. DeMille (1881-1959), director norteamericano de cine y productor laureado con premios de la Academia por películas silentes y sonoras. En las versiones para teatro y DVD de la película de 1956 Los Diez Mandamientos, DeMille salió al escenario y dijo lo siguiente:
«Damas y caballeros, jóvenes y viejos: Esto puede parecer un procedimiento poco usual, hablarles antes de la película, pero tenemos un tema inusual: el nacimiento de la libertad. La historia de Moisés».
Los que miran Los Diez Mandamientos por televisión no llegan a ver a DeMille haciendo su discurso.
DeMille consideraba el tópico de la libertad bajo Dios como el mensaje más importante de la película. En su rara apariencia en pantalla explicó la razón para rehacer los Diez Mandamientos (él había hecho una versión silente en 1923):
«El tema de esta película es si los hombres deben estar gobernados por las leyes de Dios o si deben ser gobernados por los caprichos de un dictador como Ramsés II. ¿Son los hombres propiedad del Estado o son almas libres bajo Dios? Esta misma batalla continúa hoy en todo el mundo».
¿Cuál es hoy la fuente de la ley? Cuando usted determine su fuente, ahí es donde encontrará a su dios.
Descartar a Dios el Creador no libra al mundo de un dios; sólo quiere decir que otro dios lo ha remplazado a Él. Jueces como John G. Heyburn, hijo, se han proclamado a sí mismos como los nuevos dioses de nuestra nación. Son mucho más poderosos de lo que fuera alguna vez Ramsés.