La academia Rocklin está revuelta después de una clase sobre la transexualidad

5 de septiembre de 2017

(frc.org) – La mayoría de los niños de kindergarten ni siquiera saben decir «transexual», para no decir nada de entender el concepto. Eso no le ha importado a los administradores políticamente correctos de la Academia Rocklin, donde creen que la «educación» incluye presentar a los niños como si fueran niñas delante de un aula de pequeñines de cinco años… las madres y los padres se quedaron horrorizados al saber que eso no era todo lo que había sucedido en la popular escuela licenciada, en donde a los niños además les lavan el cerebro con libros e historias de confusión sexual sin siquiera decirlo jamás a los padres.

Afortunadamente, parece que  los funcionarios de Rocklin no se van a salir con la suya respecto al adoctrinamiento, lo que ha obligado al director a hacer de defensor público desde que el tema salió a la luz al final del último año escolar. Los padres están sacando a sus hijos de la escuela, y rápido, según el Washington Times. Ya 11 familias han trasladado a sus hijos de la escuela, y Karen England, directora del Capitol Resource Institute, organización pro-familia, piensa que esto es apenas el comienzo. «Puede que sean más. Hoy me enteré de otra más. –dijo ella-. «Muchos padres están descubriendo esto, así que es apenas el inicio».

A pesar del éxodo masivo, parece que la escuela no está aprendiendo la lección. «Para comparar, hay 1280 alumnos en Rocklin Academy» -le dijo al Times una vocera de la academia-. «De modo que no es un fenómeno» -insistió ella, (en un régimen obvio de control de daños). En Washington, Distrito de Columbia, donde los padres están igual de molestos por la lectura del libro infantil I Am Jazz (Yo soy el jazz) el director le dijo a un padre: «El libro usado es un texto respetable que honra la diversidad de nuestros hijos. Es un texto que explica una situación real que enfrentan muchos niños en su autoaceptación, la aceptación por los demás y en ser fieles a sí mismos. Sentimos que el aula es el lugar apropiado para transmitir semejantes mensajes». Pero si el libro es tan respetable como él sugiere, ¿por qué no dejan que los padres decidan? O, al menos que lo sepan.

En las semanas y meses que trascurrieron después de la tormenta de fuego, los padres de Rocklin han estado en tal indignación, que la junta de la escuela va a tener una reunión exraordinaria para discutir el asunto el 18 de septiembre.

Quizás allí los funcionarios escuchen informes como este del Colegio Americano de Pediatras, que llama a la ideología sexual de las escuelas «abuso infantil».

Incluso si esos niños se las arreglan para escapar ilesos de la propaganda, los liberales de California están tratando de asegurarse de que haya un peligro mayor al acecho. Balo las provisiones de una nueva propuesta de ley, que acaba de ser presentada al Senado estatal, los locales podrían realmente ser castigados con penas de prisión por no usar el pronombre correcto para los que están confundidos de sexo. Sepultado en una medida para el cuidado a largo plazo, el senador estatal Scott Walker sugiere que California ponga tras las rejas por referirse a un paciente ¡en base a su sexo real! «Si la ley es aprobada  –explican los que hicieron el informe– la política castigará a los empleados de hogares de ancianos y de lugares de cuidado a largo plazo que se nieguen a llamar a los pacientes por sus pronombres preferidos, con multas de hasta $1000 y condenas de hasta un año de prisión o ambas». Como si fuera poco radical, el SB 219 también obligará que las instalaciones abran las puertas de sus servicios sanitarios ¡a las personas de ambos sexos!

La Conferencia Católica de California, que es solo una de las organizaciones que luchan contra la idea, señala que hay otro problema significativo en la legislación, que es cómo va a tratar a las instituciones basadas en la fe que tienen convicciones profundas sobre la sexualidad humana.

«La expresión obligada no es libre expresión« -sostiene  Greg Burt, del Consejo de Familias de California-. ¿Podrá el Gobierno obliga a un periódico a usar ciertos pronombres que ni siquiera están en el diccionario? Por supuesto que no, ¿o es que eso es lo que viene a continuación?

¿Recuerdan cuando la Izquierda les prometía que el matrimonio homosexual no les iba a afectar a ustedes? Dos años han transcurrido del fallo de la Corte Suprema que le impuso esa definición al país y ya los americanos se están dando cuenta finalmente que no se trata nada más que del amor. Si fuera así, las personas que aman a Dios serían tratadas con el mismo grado de tolerancia que todos los demás.

 

El Washington Update de Tony Perkins es redactado con ayuda de los escritores principales del FRC [Consejo de Investigaciones de la Familia]

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