Los árboles fósiles de la Antártida conservan proteínas antiguas

Tim Clarey, Ph.D. | 11 de diciembre de 2017

(Instituto de Investigaciones de la Creación) – Un equipo de científicos encabezado por Erik Gulbranson descubrió recientemente un bosque de árboles fósiles en la Antártida.1 Gulbranson, un paleo-ecólogo de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, dice que este es el «bosque polar más antiguo que se conoce de la región polar meridional».1 Los árboles fueron encontrados en las Montañas Transantárticas del continente e incluyen una mezcla de coníferas, árboles caducifolios y gingkos.

El descubrimiento no debería sorprender a los que interpretan el Génesis como historia literalmente narrada. La Biblia describe claramente un Diluvio global que afectó a toda la masa terrestre. ¿Por qué sería la Antártida una excepción?

Los fósiles de dinosaurios y mosasaurios (grandes reptiles acuáticos) se hallan en todos los continentes, incluyendo la Antárctica.2 Estos descubrimientos demuestran que existía un clima mundial mucho más cálido en el mundo antediluviano.2 Plantas de climas cálidos como la Glossopteris han sido encontradas en las rocas del Período Pérmico en la Antártida durante décadas y a menudo con empleadas para hacer reconstrucciones de placas tectónicas.

Incluso la ciencia secular admite que la Antártida no siempre fue fría en el pasado, Stepahnie Pappas, de LiveScience, escribió:

La Antártida no siempre fue una tierra de hielo. Hace millones de años2 cuando el continente todavía formaba parte de una enorme masa de tierra del Hemisferio Sur llamada  Gondwana, los árboles proliferaban cerca del Polo Sur.1

Algunos autores creacionistas han intentado explicar la presencia de fósiles de climas templados, como árboles, dinosaurios y capas de hulla en la Antártida, diciendo que la Terra de alguna forma se «deslizó» sobre su eje durante el diluvio, lo que dio como resultado que el Polo Norte se trasladara de Asia Central a su posición actual, pero esta explicación parece causar más problemas que los que resuelve.4

En primer lugar: los fósiles de flora y fauna templadas, como los dinosaurios, se hallan sepultados en rocas diluvianas, incluso en China Central -donde hubiera estado el Polo Norte si la Tierra se hubiera desplazado sobre su eje- y en todos los demás sitios de la Tierra. Por lo tanto, todo el globo terráqueo era más cálido en el mundo antediluviano. Segundo: las fuerzas extremas que harían falta para explicar semejante desplazamiento radical  del eje de la Tierra nunca han sido resueltas adecuadamente; siguen siendo una especulación.

Gulbranson y su equipo creen que los árboles fósiles que hallaron tienen unos 280 millones de años de antigüedad,3 lo que los sitúa en los estratos del Sistema Pérmico.1 Los científicos que hicieron el descubrimiento vieron que los árboles habían sido sepultados con tanta rapidez en cenizas volcánicas, que contenían células vegetales fosilizadas que estaban prácticamente momificadas «preservadas hasta el nivel celular»1. Reportaron lo siguiente:

Las plantas están tan bien preservadas en las rocas, que algunos de los bloques estructurales de los aminoácidos que constituyen las proteínas de los árboles todavía pueden ser extraídos –dijo Gulbranson, que se especializa en técnicas geoquímicas.1

¿Cómo pudieron las proteínas y los aminoácidos originales sobrevivir durante millones de años? La comunidad científica no tiene respuestas viables para explicar hallazgos notables como estos.5

Por tanto, los árboles fósiles nos cuentan una historia distinta y mucho más reciente, una que se ajusta al relato bíblico de un Diluvio universal hace apenas unos pocos miles de años. Esos árboles fueron sepultados rápidamente1 durante el Diluvio global que se describe en Génesis. Las plantas y animales  de climas templados y tropicales quedaron atrapadas y fueron sepultadas con rapidez en las cenizas, el fango y la arena que las sumergieron en dicho evento cataclísmico. Estos fósiles nos recuerdan que la Palabra de Dios es verdadera.

Referencias:

  1. Pappas, S. 2017. 280-Million-Year-Old Forest Discovered in…Antarctica. LiveScience. Posteado en livescience.com el 15 de noviembre de 2017, accedido el 17 de noviembre de 2017.
  2. Clarey, T. 2015. Dinosaurs: Marvels of God’s Design. Green Forest, Arkansas: Master Books.
  3. No afirmamos que esas fechas de millones de años sean ciertas.
  4. Brown, W. 2008. In the Beginning: Compelling Evidence for Creation and the Flood, 8th edition. Center for Scientific Creation. Posteado en creationscience.com, actualizado el 2 de diciembre de 2017, accedido el 17 de noviembre de 2017.
  5. Ver ICR.org/fresh-fossils

Timothy Clarey es Asociado de Investigaciones del Instituto para las investigaciones de la Creación y obtuvo su doctorado en Geología de la Universidad de Michigan Occidental.

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