Nena Arias | 15 de mayo de 2023
“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará?
Porque su valor sobrepasa a las perlas”.
(Proverbios 31:10)
Siempre debemos celebrar a las mujeres en nuestras vidas. Pero el mes de mayo está en especial destinado a hacer precisamente eso. Probablemente no haya otra mujer en el lugar correcto y en el momento correcto de nuestras vidas para influirnos más como nuestra madre.
La mayoría de nosotros podemos rastrear los momentos significativos de la vida hasta el papel que jugó nuestra madre en nuestra formación. Sabemos que no todas las madres cumplen esta vocación divina en la vida como se debe, pues ellas también son humanas y llevan cicatrices y carencias del pasado, pero es innegable que, tanto si hacen un buen trabajo en criarnos como si no, la gran mayoría de las madres aman a sus hijos con un amor eterno que supera el tiempo, las circunstancias y los resultados.
La Biblia y la historia están llenas de mujeres sobresalientes, aunque es posible que ni siquiera sepamos sus nombres, contribuyeron en gran medida a la vida de sus hijos y, por lo tanto, a la sociedad en general.
Quizás una de las porciones más sobresalientes de las Escrituras que describe a una verdadera mujer de valor y virtud es Proverbios 31:10-31.
La mujer de valor como se describe en este pasaje de la Escritura lo hace todo y lo hace bien. Cuida bien de su familia y de las necesidades del hogar primero con diligencia y en esa prioridad y sin descuidar sus primeras responsabilidades. Es triste y trágico que la mujer moderna también quiera hacerlo todo, pero lamentablemente tiene sus prioridades en el lugar equivocado y lo primero que sufre es su familia, es decir, su responsabilidad con su matrimonio, si está casada y tiene hijos y su hogar. Pareciera que para la mujer moderna lo más importante son sus logros personales e incluso ganar dinero para supuestamente brindarle a sus hijos una vida mejor que en su mayor parte es material. Una mejor casa, carro, ropa, vacaciones, etc.
La mujer de Proverbios 31 es ante todo una mujer piadosa con una fe fuerte que abraza a Dios y luego lleva a cabo sus responsabilidades en su servicio a él. Esto le da la fuerza y la perspectiva adecuada para seguir adelante y vivir una vida plena. Es trabajadora y contribuye a su comunidad. Ella es fuerte pero gentil, compasiva y amable. No es de extrañar entonces que sus hijos y su esposo la llamen bienaventurada, y lo más importante es que su Dios está muy complacido con ella. Ella es una mujer modelo de valor.
La vida siempre es muy desafiante sin importar cuál sea nuestro estado en la vida y las mujeres son vitales en su importancia para el resultado de una familia, comunidad y sociedad en su conjunto. Nunca subestimes tu importancia como mujer de Dios guiada por valores piadosos que harán que tu vida sea realmente valiosa, incluso si nadie se da cuenta de quién eres y lo que haces, Dios sí lo toma todo en cuenta.